Aceptación Activa

El 71 % de las personas en España reconoce sufrir estrés.  Aunque hay que ser optimistas, ya que la media mundial está en el 84% según el informe anual que elabora Cigna Corporation donde se examina la percepción de bienestar de la población respecto a su familia, sus finanzas, su salud física, el entorno social y la situación laboral.

El gran enemigo del bienestar personal es el estrés, lo dicen la mayoría de los psicólogos y lo confirma Tal Ben – Shahar, doctor en psicología de la Universidad de Harvard e impartidor del curso sobre felicidad de mayor éxito en las Universidades de Estados Unidos, quien afirma que el 94% de los estudiantes norteamericanos sufren estrés.

Algunos médicos lo llaman el “asesino silencioso” ya que el 80% de las enfermedades diagnosticadas tienen relación directa con el estrés y las que no lo tienen son agravadas por el mismo. El médico del trabajo e inspector de la seguridad social, Víctor Vidal, afirma que se trata del mayor peligro para la especie humana. Me atrevo a sentenciar que el estrés es la verdadera pandemia del siglo XXI.

Si queremos combatir esta pandemia debemos proteger no solo nuestra salud física sino, sobre todo, nuestra salud mental. Para ello es fundamental tomar medidas preventivas como cuidar nuestra alimentación, realizar ejercicio al menos tres veces por semana, dormir entre siete y ocho horas al día, tomar breves momentos durante el día para respirar, hacer ejercicios de relajación o meditar a diario. Además podemos ejercitar la risoterapia, visionar comedias o quedar con amigos para divertirnos, pues está demostrado que reír aumenta la oxitocina (la hormona de la felicidad) en nuestro organismo y disminuye los niveles de cortisol (la hormona del estrés). En definitiva, se trata de buscar tener más momentos de bienestar subjetivo, que es lo que nos permite sentirnos felices.

Para aprender a ser felices es imprescindible que antes aprendamos a aceptar las cosas tal como son. Decía Gerardo Schmedling que “aquello que no eres capaz de aceptar es la única causa de tu sufrimiento”. En estos tiempos de crisis sanitaria y económica , más que nunca, debemos aprender a aceptar todo lo que nos ocurre de una manera activa. La aceptación total de lo que nos ocurre va a evitar nuestro sufrimiento y va a mejorar nuestra felicidad.

Con la situación actual han aumentado los niveles de depresión en las personas, debido al miedo  a contraer la enfermedad, y al hecho de mantener menos relaciones sociales. Para combatir tanto el estrés como la depresión, la clave está en la aceptación. Aceptar es ganar en serenidad y aceptar de manera activa es elegir ser protagonista y no víctima.

Nos preguntaremos si es posible aceptarlo todo. Es posible, aunque no es sencillo. Ya que hay que tener en cuenta que aceptar no es resignarse, es más bien dejar de luchar contra la vida. Aceptar es aprender a fluir con la vida, a vivir el momento presente, el aquí y ahora. No podemos pretender cambiar el mundo para adecuarlo a nuestra conveniencia. Aceptar significa abrirnos a lo que llega para encontrar nuevas formas de comprensión.

Aunque para entrenarnos en la aceptación activa debemos seguir unos pasos y buscar y dejar algunas acciones que nos lo permitan, como podemos ver a continuación:

• Busca aquello que te hace sufrir y pregúntate si verdaderamente es para ti. En  ocasiones nos ocurren cosas que vemos como injustas y no depende de nosotros poder cambiarlas. Por ejemplo cuando nos despiden de un trabajo.
• Busca lo que va bien en ti y pon el foco en lo positivo que te ocurre. Buscar lo que funciona de nuestro entorno nos hace poner el foco en lo que funciona.
• Busca ser agradecido con la vida y con  las personas de tu alrededor. Al final del día párate a recordar situaciones que te hagan sentirte agradecido.
• Busca ilusionarte con nuevos proyectos. Seguro que hay muchas personas a tu alrededor que te desean felicidad, busca aliarte con ellas para desarrollar nuevos e ilusionantes proyectos que te llenen de energía.
• Busca trabajar tu atención para atender al presente, el aquí y ahora. Cuando pones tu atención en el presente dejas de lamentarte por el pasado y de preocuparte por el futuro.
• Busca la coherencia entre  tus acciones y tus valores. Cada vez que hagas algo busca que sea acorde a tus principios y valores.
• Deja de juzgar las situaciones y a las personas. Cada vez que juzgamos una situación estamos poniéndole una etiqueta que nos define a nosotros y no a la situación. Igual pasa cuando juzgamos a las personas.
• Deja de buscar la causa de lo que ocurrió. Va a ser difícil encontrar el motivo si no depende de ti. Busca mejor lo que puedes hacer.
• Deja de hablar con tus pensamientos negativos. No los cuestiones. No es fácil encontrar una solución a algo que no depende de nosotros.
• Deja de implicarte en las batallas que no vas a ganar. No tiene sentido. Decide dónde te quieres implicar, busca situaciones que te aporten energía y no que te la resten.

Una de las mejores maneras de aprender a ser felices es aprender a conseguir la aceptación activa. Actuando  con sabiduría con lo que la vida nos proporciona en cada momento. Buscando activamente lo que nos hace fluir y nos permite ser mejores personas. Aceptando que es  bueno vivir en la montaña rusa emocional, con sus subidas empinadas  y sus bajadas pronunciadas. Soltando todo aquello que nos impide avanzar o que nos hace sufrir. Renunciando a idealizar las situaciones siendo realistas. Respetando al prójimo en sus diferencias. Amando a la vida y a las personas. Buscando transformar los problemas en oportunidades.  Aprendiendo a ser felices con lo que somos y con lo que tenemos, pretendiendo siempre ser mejores que nosotros mismos, y no mejores que nadie.

Como dijo mi tocayo Gerardo Schmedling:

La vida es una maravillosa oportunidad para aprender a ser felices y para aprender a amar.

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Gerardo Romero Pozo
Miembro de la Junta Directiva de Desata Tu Potencial