MI REGRESO A DTP Y LA GALA X ANIVERSARIO

Tras haber vivido en Oriente Medio casi cinco años, regreso a Valencia. Las primeras semanas no resultaron sencillas. Debía recolocarme, deshabituar mi cuerpo, mis emociones y mi mente de lo que resultó rutinario y necesario durante la última etapa y empezar a crear una nueva vida. No obstante, una vida provisional, pues me hallo en una fase de transición, de descanso y de búsqueda interior (aunque estas palabras suenen ya demasiado manidas).

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Y tras esa primera adaptación, me apetece volver a salir al mundo, ya aquí. Con timidez, retomo el contacto con los que dejé hace varios años. Nunca había perdido la comunicación, pero la distancia ha hecho mella. Además, yo llego con otros códigos debido a la cultura y el entorno en los que he vivido. Mi círculo social en España, del que siempre me he sentido muy orgullosa, se nutre de distintas fuentes y la principal es Desata TU Potencial.

A DTP llegué por saludar y por reavivar el cariño que siempre encontré aquí. Sin objetivos claros y sin pretensiones de ningún tipo, comencé a involucrarme y pronto me sentí atraída por el grupo de gente que la forman y por el afecto que en general se desprende.

Volver a España suponía regresar a DTP, pero me asustaba un poco la idea, temía no sentirme cómoda u honesta conmigo misma. Yo ya no comparto los preceptos que defiende la psicología positiva más extrema. Ya no tengo tan claro el concepto de modeling o el rapport en las relaciones sociales. Objetivos y estrategia ya no aparecen en mi vocabulario. A nivel de crecimiento, sigo otras líneas que sí comparten bases de DTP pero no todo e, incluso, están enfrentadas con algunos aspectos que se siguen en la asociación. No me atrevía a decirles a mis compañeros que viví una crisis de fe y que ahora soy crítica con lo que antes adoraba. No podía impartir una charla de automotivación, en esas donde se realizan actividades de alto impacto en las que ya no creo tanto. No podía decirles que yo no pretendo vivir en “estados emocionales positivos la mayor parte del tiempo”.

Pero entonces sucedió. Comencé a asistir a las juntas por ver a mis amigos y por nutrirme de ese cariño que transmiten. Me apunté a algunos eventos, a conferencias oficiales, a talleres recomendados y a las nuevas “actividades desatadas”. La mayoría de los participantes eran nuevos. Me sentí bien. Estuve cómoda. No necesitaba plantearme si ese era mi sitio o no.

La integración de los nuevos forma parte de la magia de DTP. Estar allí era como volver al mismo río que yo conocí. Con distinta agua, pero el mismo río. Se comparte un igual afecto y todos caben. Entonces empiezo a descubrir que, al igual que yo, no todos comparten los mismos valores, no siguen las mismas creencias. Que en el camino del desarrollo personal y en la búsqueda de la tranquilidad (yo la felicidad ya no la persigo), existen distintas líneas y pensamientos. Y todo cabe. Y no hace falta pensar igual. Incluso, hay sitio para quien no trabaja de manera activa por alcanzar ese desarrollo.

Ya que me dejo arrastrar (sin perder este nuevo espíritu crítico) y que dispongo de tiempo, me reencuentro también con la parte más institucional de la asociación y veo que la gestión ha mejorado. Entiendo que forma parte del crecimiento natural y del trabajo que han venido realizando los miembros de la junta durante años. También descubro (aunque no me sorprende) que hay dos nombres clave que se esfuerzan a diario por la asociación y que lo hacen de manera incansable. Son Rafa y Gabriel. Y no lo hacen solo con su tiempo, sino con su energía y su cariño. Son figuras indispensables.

Por lo visto estoy de suerte. El día 27 de octubre se celebrará la Gala del X Aniversario. Sin darme cuenta -o queriendo- se me encomienda la labor de contactar a socios y antiguos socios relevantes de DTP. Para mí, la excusa perfecta para descolgar el teléfono y saludar a mis viejos contactos. Es un ejercicio que a veces cuesta, sobre todo cuando han transcurrido los años. Explicar que estoy de vuelta en Europa puede justificar el asalto repentino después de tanto tiempo.

Me ilusiona especialmente la Gala del X Aniversario. Mis compañeros la llevan preparando con mucho cariño desde hace meses y el acto va a resultar entrañable. Además de aprovechar para conseguir visibilidad y que en la sociedad valenciana se conozca mejor la labor de DTP, va a suponer un punto de encuentro para quienes han formado parte de este proyecto en algún momento de su vida. Porque todos son parte de lo que hoy es Desata. Es un acto abierto, dirigido tanto a socios como a cualquier persona interesada. Como mínimo, el ambiente resultará agradable, disfrutaremos de una fiesta divertida y nos quedará un recuerdo dulce de la noche.

Y así es como me he encontrado la asociación. Y a las personas de la asociación. Y así es como he caído en un contexto social donde me siento cómoda, donde quiero seguir participando y del que quiero formar parte. Es Desata TU Potencial.

Geles Rivera
Geles Rivera es escritora y arquitecta. Es miembro de Desata TU Potencial y participaba activamente cuando residía en España. Ha vivido los últimos años en Qatar y actualmente está planteándose en qué lugar del mundo seguir caminando.

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DESATA TU POTENCIAL es una asociación sin ánimo de lucro y entidad de voluntariado creada y compuesta por un grupo de personas comprometidas con el desarrollo integral del potencial humano, especialmente de los jóvenes y adolescentes