Conducta prosocial

Si atendemos a su  definición, se entiende por conducta prosocial toda conducta social positiva con o sin motivación altruista. A su vez se entiende por motivación altruista el deseo de favorecer a la otra persona con independencia del propio beneficio. Por el contrario, la motivación no altruista es aquella que espera o desea un beneficio propio además del, o por encima del, ajeno. Como se puede observar, la definición incluye un aspecto conductal y otro motivacional.

Una de las áreas de investigación en las que más ha puesto su empeño la psicología positiva es en el estudio de la apertura prosocial, entendida como el conjunto de conductas o actitudes encaminadas a beneficiar a otras personas, grupos o sistemas sociales. También se habla de comportamiento prosocial, en el que podemos incluir la ayuda, la cooperación y el compartir.

Comportamiento prosocial

El comportamiento prosocial como intención de beneficiar a las personas no tiene en cuenta la lógica que lo sustenta. Una acción puede tomar la forma de un comportamiento prosocial sin llegar a ser un verdadero acto de altruismo. En ocasiones observamos gestos y comportamientos que definimos como prosociales, aunque también implican una recompensa simbólica por el comportamiento, y puede considerarse que están determinados por una motivación egoísta, ya que se puede obtener una ventaja personal. El comportamiento altruista se traduce en una acción para promover el bienestar de los demás, sin ninguna expectativa de recompensa futura o beneficio secundario. 

La diferencia entre el comportamiento prosocial y el comportamiento altruista es la motivación interna, que puede ser más o menos consciente. Mientras que en el comportamiento altruista la persona se ofrece parar ayudar a alguien sin esperar nada a cambio, el comportamiento prosocial va dirigido a beneficiar a otra persona, independientemente de si hacerlo comporta una recompensa en sí mismo. Para definir un comportamiento como altruista, dicha conducta debe suponer un coste para quien realiza la acción.

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Conducta Prosocial DTP

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El debate que se plantea es si una persona puede ser capaz de comportarse sobre la base de una motivación altruista o, si cuando actúa a favor de otra persona, siempre esconde una motivación que se puede definir como egoísta. Se han realizado diversas investigaciones psicológicas que confirman ambas teorías, por un lado que no hay pruebas de la existencia de una naturaleza altruista en las personas (Robert Cialdini, Maner y otros, 2002) y, por otro que existe una motivación exclusivamente altruista (C. Daniel Batson, 2010).

Estas investigaciones han puesto de relieve la importancia de variables importantes implicadas en la conducta prosocial como pueden ser la empatía, la compasión, el respeto y la personalidad prosocial. De ellas, la empatía es la más importante en la explicación del comportamiento prosocial, y sobre todo del altruista.

La empatía

La empatía es un estado afectivo de aprehensión congruente con el estado o condición emocional  que experimenta otra persona. Relacionada con la conducta prosocial, se considera un estado emocional observable que es congruente con el estado de necesidad o bienestar percibido en otra persona en una situación determinada. Esto no supone compartir las mismas opiniones que justifiquen la reacción que expresa la otra persona, ni siquiera estar de acuerdo con su modo de interpretar la situación. La empatía implica tener la capacidad para diferenciar entre los estados afectivos de otras personas y la habilidad para tomar perspectiva afectiva respecto a la persona que nos expresa su emocionalidad.

Desde la psicología positiva se ha tratado de comprender si las personas somos capaces de realizar acciones sobre la base de la motivación altruista, completamente centradas en el bienestar de los demás, sin beneficio personal. La motivación que impulsa  a una acción no es observable, y por tanto no siempre es consciente incluso para las personas que realizan la acción. La empatía es la variable que nos puede indicar si una motivación que conduce a una acción de ayuda es altruista o egoísta. Por ejemplo darle dinero a una persona necesitada puede ser altruista si la persona que da empatiza con la que recibe, o egoísta si la acción la realiza para sentirse mejor. 

Voluntariado

Personalmente pienso que, independientemente que la conducta prosocial que mantengamos tenga un propósito más o menos altruista, es importante que sigamos realizando acciones que refuercen esas conductas. He podido comprobar los verdaderos beneficios que aportan las conductas prosociales traducidas en acciones de voluntariado o de ayuda a los demás. Beneficios que lo son tanto para las personas que lo ejercen: conexión con otras personas, desarrollar habilidades sociales, mejora de la salud física y mental, mejora de la autoestima, sentimiento de realización, reducción del riesgo de depresión y ayuda a disminuir los síntomas de dolor propio, entre otros; como para la parte de la sociedad beneficiaria: reforzando las conexiones sociales, construyendo una comunidad más segura y cohesiva y mediante la entrega de bienes y servicios a la sociedad, llegando a lugares donde los gobiernos de los diferentes países no son capaces de hacerlo.

Además, debido a los amplios beneficios que obtienen las personas que promueven conductas prosociales, es muy posible que, sin ser conscientes de ello, se vean implicadas sus motivaciones egoístas. A pesar de ello, soy partidario de seguir promoviendo la conducta prosocial de manera altruista y egoísta, porqué no. Muchas de las personas que formamos parte de  la asociación Desata Tu Potencial somos conscientes de ello.

Se puede concluir que, el estudio de la conducta prosocial es importante para la comprensión de  las acciones altruistas y egoístas, y además para la mejora del funcionamiento de las personas tanto a nivel social como individual. Ayudar a los demás está relacionado con una serie de consecuencias positivas de amplio espectro tanto para la persona que genera la ayuda como para la que la recibe. Para la psicología positiva, la conducta prosocial está considerada como un indicador de personalidad integrada y un funcionamiento óptimo que sintoniza con el bienestar de las personas.

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Gerardo RomeroGerardo Romero Pozo
Miembro de la Junta Directiva de Desata Tu Potencial

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DESATA TU POTENCIAL es una asociación sin ánimo de lucro y entidad de voluntariado creada y compuesta por un grupo de personas comprometidas con el desarrollo integral del potencial humano, especialmente de los jóvenes y adolescentes